Nicolas Philibert : « No sabía si un mono podía llegar a interesarme,
pero observando a Nénette he aprendido cosas de mí mismo »
Ana Oliveira / Christina López, Diario de Noticias – 22 de febrero de 2011
La sesión inaugural de Punto de Vista, hoy a las 20.00 horas en Carlos III, estará dedicada a la última película del realizador de Ser y tener. En Nénette, Philibert muestra cómo el ser humano tiende a preojectar en los demás, en este caso en una orangután, sus pensamientos y deseos.
Hace tres años impartió una clase magistral en el contexto del Festival Punto de Vista, ¿qué recuerdo tirne de esa experiencia y del certamen?
Si he decidido regresar a Pamplona es porque en mi primera estancia me gustó mucho et ambiente del festival. Tiene une selección de calidad. Es verdad que también fue una frustración para mí no poder quedarme y esta vez también va a ser une estancia corta, sólo un día, pero me gusta mucho este certamen porque es exigente. Une de los problemas de los festivales es que quieren crecer muy rápido, mostras siempre más películas, y me parce que este festival ha sabido no crecer demasiado pronto.
En cuanto a Nénette, ¿cómo surgió la idea del filme?
La idea surgió de forma muy espontánea. Un día que fui a dar un paseo al Jardin des Plantes en París y me paré delante de la jaula de los orangutanes. Como tenía tiempo, me quedé mucho rato observando a esos animales y escuchando los commentarios de los visitantes. La idea de la película es mostrar a los animales detrás del cristal de la jaula y escuchar los pensamientos de los humanos. No se trataba tanto de hacer un documental sobre animales, sino de proponer una especie de enfrentamiento entre esos animales que nos observan y nosotros, con el fin de explorar lo que no separa, lo que nos aleja y, en el fondo, desarrollar el concepto de lo ajeno. Nénette es une representación del otro. Es al tiempo cercana y remota, se parece a nosotros y a la vez es diferente.
En este sentido, ¿qué narración propone la película?
La película propone una metáfora, ya que el cristal nos permite acercarnos a ella y materializa lo que nos separa. Es une ventana transparente, pero que posee, diría yo, une forma humana y animal, una ventana que es transparente y opaca. Este animal es, de la primera a la última imagen de la película, muy misterioso. En en fondo, es come la Mona Lisa, enigmática. No sabemos qué piensa, tan solo podemos proyectar en ella nuestros sentimientos y pensamientos. Por tanto, es un filme sobre cómo nos proyectamos en lo demás. El cine es el arte de proyectar, proyectamos imágenes en una pantalla. En este caso, este concepto se desdobla, ya que oímos a los humanos proyectarse, hablando de ella, hablando de ellos mismos. Hablando de Nénette o hablando a Nénette proyectamos parte de nosotros, lanzamos hipótesis. Encarna la pantalla en la que proyectamos nuestros deseos, nuestras preocupaciones, nuestros dudas. La vemos triste, y al rato está sonriendo, pero en el fondo no sabemos nada de ella.
¿ Cómo fue el rodaje ?
La idea era que la cámara estuviera del otro lado de la ventana. Nunca hemos querido dejar la cámara penetrar dentro de la jaula, pasar del otro lado del espejo de alguna manera. Para mí, esta palícula tenía que rodarse a través del cristal, un poco come un peep show, con todo le que tiene que ver con el estar encerrado, con el voyeurismo. En el fondo, es une película sobre el voyeurismo. En el cine, somos los que miramos por la cerradura. El hecho de grabar al otro implica encerrarlo en un marco y fijar a esa persona en el tiempo y en el espacio. En ese sentido, Nénette es la metáfora de este hecho ya que grabo a un animal que ya está atrapado, en cautividad. En francés, solemos usar la palabra “captación” cuando grabamos eventos o escenas. Y las palabras captura y cautividad tienen la misma raís. Se puede ver Nénette como un filme sobre la cautividad y la libertad. Elle está encerrada y yo tendo la libertad de circular a su alrededor. Tengo el poder de ir a verla y de grabarla sin su consentimiento. La cámara da un poder sobre el otro.
¿Por qué decidió no tomar imágenes de la gente que la veía desde ese otro lado del cristal?
Creo que si queremos que una película fomente la imaginación, hace falta cierta invisibilidad, un fuera de campo lo que nos permite imaginar, fantasear. Me parece que era innecesario ver a la gente.
¿Por qué decidió mezclar las conversaciones de los visitantes y de los cuidadores de Nénette, que tienen una opinión más experta sobre ella?
Lo que buscaba era que se escucharan comentarios diversos. Se oyen muchas conversaciones en francés, claro, pero también en chino, en flamenco, en italiano, en inglés, en georgiano… Se escuchan idiomas, conversaciones de majores, de niños, visitantes que acuden por primera vez, otros que ya habían ido antes. Quería que la multiplicidad de idiomas chacara con el silencio de Nénette. También he querido incluir las conversaciones de sus cuidadores, los que saben como racciona, que hablen de su relación con ella. Por último, pedí también a algunos amigos que improvisaran, como el monólogo al final de la película, hecho por un actor. También hay una canción de amigos que improvisaron un tema para Nénette.
Y usted ¿en qué piensa cuando ve a Nénette?
Mi mirada ha cambiado. He aprendido cosas sobre ella a medida que la observaba. También he aprendido cosas sobre mí mismo. No sabía si iba a ser capaz de interesarme por un mono, sin más. Al principio, tenía pensado hacer un corto, pero poco a poco se fue alargando. A medida que iba rodando, pasó algo entre ella y nosotros. Entendí que nos reconocía y que yo también sabía distinguirla del resto de orangutanes. Además, aprendí muchas cosas sobre esos animales, como el peligro que les acecha. Se cree que habrán desaparecido de aquí a 15 ou 20 años. Y que sólo estarán en los zoos.
¿Es el documental la mejor forma de hablar de la realidad?
Tanto el cine de ficción y el documental nos permiten reflexionar sobre nosotros, sobre el mundo que nos rodea. Además, la frontera entre documental y ficción es muy porosa y cambiante. Pasa lo mismo con la literatura o la pintura. Las artes nos ayudan a entender el mundo y a soportarlo. Y no sé si se puede hablar de realismo en el documental, porque no plasma la realidad en su estato bruto, detrás hay une lectura, une construcción. Siempre existe una componente de ficción.
¿Qué papel han jugado y jugean las nuevas tecnologías?
Ha habido un gran desarrollo. Hay más películas gracias a la tecnología digital. Las pantallas de televisión se han multiplicado, lo que implica más documentales televisivos. Pero el documental de televisión posee un formato concreto que resulta formalmente pobre, incluso más que el propio contenido. Parece que se puede hablar de todo en cine, pero no es cierto porque ciertos temas molestan. Y creo que lo que más molesta es la singularidad formal, el estilo. Se puede hablar de todo mientras se haga de tal forma que no incomode al espectador, en un formato al que el espectador está acostumbrado. Lo que molesta es lo novedoso, la originalidad en el formato. Por eso, hoy en día, hay más documentales que nunca, pero muy formateados. Muchos documentales se parecen, se hacen de la misma forma. En Francia, los cines proponen muchos documentales que acaban luchando entre sí por el público. Sólo en París, se estrenan tres o cuatro documentales por semana. Y lo malo es que el boca a oreja no tiene tiempo de actuar entre el público porque desprograman esos filmes muy rápidamente.